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Wakeboard y esquí acuático para niños: iniciación y material

Los mejores trucos, consejos y material para que los niños se inicien de forma segura en el wakeboard y el esquí acuático

Primeros pasos y material

Una pregunta clásica que se hacen los padres aficionados al wakeboard y al esquí acuático es la edad a la que pueden empezar sus hijos a practicar este deporte. No existe una respuesta fácil y única y si buscamos por Internet encontraremos incluso a bebés de 6 meses esquiando en el agua. De hecho, el gran Parks Bonifay se inició a esta edad. Al margen de casos extremos como este, parece haber cierto consenso en que los seis años son una edad adecuada para empezar.

Para niños muy pequeños, es recomendable empezar con el esquí acuático, y son opciones interesantes de material los HO Sure Shot si están entre 3 y 5 años o los HO Hot Shot si son un poco mayores, hasta un límite de unos 8 o nueve años (27 kilos de peso). La primera opción se trata realmente de una plataforma más que de unos esquís, mientras que en la segunda es posible empezar con los esquís juntos mediante una tabla estabilizadora para facilitar los primeros pasos y después se pueden separar. Estos esquís también permiten que la cuerda tire directamente de ellos, lo que facilita la salida para los más pequeños.

El siguiente paso en esquís serían unos de 46″ para niños de hasta once años aproximadamente (36 kilos). Después vendrían los modelos de 59″, que ya son modelos como los de adulto a escala reducida y son aptos para niños de hasta 14 o 15 años (54,5 kilos).

En cuanto al wakeboard, hay modelos de 109 cm., si bien recomendamos empezar con tablas de 119 o 120cm., que son aptas para niños de hasta 13 años (47 kg.), si bien pueden ser utilizadas perfectamente desde los cinco o seis años de edad.

Estos son algunos ejemplos de material (si quieres conocer más opciones puedes llamarnos al 649 403 832):

Algunos consejos previos

  1. Enséñales otras actividades acuáticas divertidas
    Antes de presentar la idea del esquí acuático o el wakeboard a los más pequeños, primero deja que estén bien familiarizados con el agua, asegurándote de que entienden cómo contener la respiración y mantener la calma bajo el agua. Después de que se sientan cómodos con el agua, una posibilidad es arrastrarles con un donut o similar para que se acostumbren a la velocidad a la que deberán ir.
  2. Muéstrales cómo se hace
    La mejor forma de aprender es observar primero a alguien hacerlo. Explícales lo que estás haciendo y por qué. Si tienes varios hijos, permite que los mayores muestren a los más pequeños cómo se hace. A veces ver a un hermano mayor o primo atraerá a los niños a querer intentar esquiar también.
  3. Enséñales las posiciones correctas y las señales
    La mejor manera para que los niños retengan las señales de mano es que empiecen como observadores para el conductor.
  4. Comienza con el entrenamiento en tierra firme
    Deben practicar en la orilla con un adulto usando su fuerza para arrastrar al niño por la tierra con los esquís o el wakeboard. Enséñales a doblar las rodillas y a mantener los brazos siempre extendidos.
  5. Encuentra un lugar tranquilo para tu primera lección sobre el agua
    Es intimidante ver lanchas que circulan rápidamente por un área donde es posible que deba soltar la cuerda. Busca una zona tranquila donde no haya muchos barcos, lo que además reduce la cantidad de olas para los esquiadores novatos y los mantiene enfocados en la lección en lugar de en la proximidad de los barcos que pasan.
  6. Se positivo y constructivo
    ¡Hagas lo que hagas, sé paciente y sé positivo! Si un niño tiene dificultades para recordar mantener los esquís juntos o sigue doblando los codos en lugar de mantener los brazos rectos, dile por qué es incorrecto y muéstrales el método correcto. Los niños están ansiosos por complacer, pero si te vuelves irritable, ¡es posible que nunca más quieran esquiar! ¡Animar y mantener una experiencia divertida hará que cualquier niño quiera seguir esquiando hasta el final de la temporada!
  7. Alarga la cuerda de arrastre poco a poco
    No ates la cuerda a la lancha. Mantén a un adulto sosteniéndolo, de manera que si el esquiador se cae, pueda soltar la cuerda.
    Deja espacio suficiente entre el motor y el niño, espera a que salga y suelta cuerda poco a poco.
  8. Mantén un diálogo en marcha
    Mientras que la cuerda vaya corta, asegúrate de mantener una conversación. Esto mantiene a los niños cómodos y les tranquiliza. Además, déjales que digan cuándo están listos para más cuerda. Eventualmente estarán tan lejos que quizás tenga que gritar o usar señales de mano.
  9. Nunca presiones demasiado
    Levantar el peso de su cuerpo una y otra vez se vuelve agotador. Trata de no agotarlos en su primera salida. Si parece que se están cayendo más a menudo, o simplemente están frustrados, deja que se tomen un descanso o incluso que lo dejen para el día siguiente. Cuando vuelvan al barco les vendrá bien comer algo e hidratarse bien.
  10. Haz una foto… y ¡celébralo!
    Por último, pero no menos importante, asegúrate de que sepan que hicieron un gran trabajo. Aplaudirlos por sus esfuerzos, incluso si no se levantaron, y hacerles saber que siempre habrá otro día para mejorar, puede ser muy motivador para ellos.

Enseñándoles a salir en wakeboard

En la primera salida con niños pequeños puede ser más importante el piloto que lo que haga el niño. Además de empezar con la cuerda corta como hemos comentado antes, es importante que la salida sea extremadamente lenta y progresiva.

Después de haber probado en tierra, una vez en el agua el niño debe flotar de espaldas en el agua como tu lo harías. También deberá estar previamente aleccionado en que pierna deberá llevar delante. ¡Te sorprenderá la facilidad con la que saldrán del agua!

Cuando estén arriba, asegúrate de que sus caderas no miran hacia la barca, diles que pongan la mayor parte de su peso en el pie trasero y que disfruten del viaje.

Una velocidad de alrededor de 15 km/h. puede ser más que suficiente, pero más que fijarnos en unos kilometros por hora exactos, debemos comprobar que la tabla flota adecuadamente y a partir de ahí ir incrementando la velocidad muy lentamente.

Primera salida en esquí acuático

Como en el caso anterior, es fundamental el papel del conductor.

Con los esquís, si el niño es muy pequeño, puede ser necesario ayudarle a estabilizarse cuando está parado en el agua. Asegúrate de que los esquís estén fuera del agua, de que tengan los brazos rectos y las rodillas dobladas hasta el pecho. El mayor error que cometen los niños (y muchos adultos) es doblar los brazos cuando se les saca del agua, cuando van a enderezarlos crean holgura en la cuerda y se caen. Como ya hemos dicho, el barco debe hacer la mayor parte del trabajo sacándolos del agua, todo lo que tiene que hacer el niño ponerse de pie muy despacio, doblar las rodillas ligeramente y mantener los brazos estirados.